PASSIVHAUS 1

Cinco conceptos básicos sobre las viviendas pasivas.

Cerámica Armada 2

Conceptos básicos sobre cerámica armada en arquitectura.

jardines verticales 3

Qué necesitas saber para diseñar de forma óptima un jardín vertical.

Hotel Fabric Paris 4

Un diseño moderno en la enterna ciudad del amor.

Humedades de condensación 5

Un problema complejo que solemos encontrar en edificos mal ventilados.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Adapta tu edificio

Adapta tu edificio a las nuevas tendencias ¿crees que es difícil? No lo es tanto, aquí un ejemplo facilitado por Rubén de "ingeniería en la red"


domingo, 6 de diciembre de 2009

PENSANDO LA ARQUITECTURA


La arquitectura se carga de imágenes y vivencias realizadas a lo largo de nuestra existencia, impregnadas de los estados de ánimo y de las imágenes arquitectónicas; muchas veces pasando sin reflexionar sobre ellas, quizás sea en ese momento en el que descubrimos esa nueva visión del mundo donde nace el arquitecto y desaparece el ente no racional.

A mí me llama especial atención los materiales, su precisión y las percepciones sensoriales que me transmite. El estudio profundo y el manejo de dichos materiales deben producir bajo mi punto de vista un determinado conjunto arquitectónico de gran calidad. El descubrir las peculiaridades sensoriales y generadoras de sentido dan relevancia a la arquitectura que proyectamos. Es por eso que siempre he entendido que proyectar es sinónimo de inventar y sobre todo de investigar

En el libro hace especial hincapié a la construcción entendida como un todo a partir de infinitas particularidades. Estos fragmentos pueden impregnar de ruido, desarmonías y ritmos quebrados, fragmentaciones, ritmos rotos, quiebros estructurales, etc. dotando a la arquitectura de cierta complejidad. Quizás lo complicado a mi parecer es dotar nuestra obra de un sentido que funciones como un todo, un todo que sirve de cobertura y es un trasfondo de vida que en su interior transcurre.

Hablamos en este caso de un lugar cerrado, pero qué ocurre en “los lugares abiertos” ¿Cuáles son los límites de nuestra realidad en ese caso? En este caso se hace imprescindible el uso de los análisis y como parte integrante del propio trabajo de creación se hacen indispensable una herramienta de trabajo tan comúnmente utilizada como son los croquis, estos croquis tienen que servir de forma plausible como vía de expresión de la realidad que abordamos. Sólo así podremos decir que nuestros edificios, ya sean casas, oficinas, etc. se componen de una suma de particularidades.

El gran desafío de la arquitectura es configurar ese todo a partir de un sinfín de detalles integrantes. Así quedan organizados los sutiles estadios intermedios dentro de las grandes proporciones del edificio. Los detalles deben expresar la idea fundamental del proyecto.

Al entrar en ese análisis nos hacemos participes de la complejidad de la realidad que nos rodea, al ser plenamente conscientes de la arbitrariedad que ella conlleva, un mundo de contradicciones donde las vías de comunicación o de percepción se convierten en un mundo artificial de signos contradictorios

Con cada nuevo edificio que se aborda se pretende determinar la situación histórica en la que vivimos, ser un fiel reflejo y dar respuesta a la problemática que se plantea. De ahí la importancia que alberga a mi parecer la versatilidad de los edificios, no construimos edificios del ahora o como se diría en inglés “in time”, construimos edificios para el futuro, más o menos lejano y es por eso que deben poseer la capacidad de dialogar de múltiples formas con el sentimiento y la razón. Debe seguir y conseguir los objetivos o finalidades para los que se construyó basándose en unos criterios racionales y objetivo, reflejando así los aspectos reflexivos de sus trabajos. El proceso de proyecto se basa en un continuo juego de conjunto de sentimiento y razón. Proyectar se debe entender como un conjunto de entender y ordenar.

El espacio tiene que ser entendido de forma bilateral, teniendo en cuenta su carácter cerrado de cubículo que nos acoge y a la vez su espacio abierto como algo que nos rodea o como dice Zumthor “esa pequeña parte de esa infinitud que rodea a la tierra”. Es por eso que tenemos que tener en cuenta que cuando proyectamos un edificio en cierta manera lo “exponemos a la vida”. Lo dotamos de un lugar y una función, lo insertamos en la trama ya configurada del mundo y tenemos que esperar a que despliegue su propia fuerza, sin ayuda de ninguna añadidura artificial.

Una buena arquitectura debe acoger al hombre, dejarle que viva y habite allí, y no abrumarle con su charla. La realidad de la arquitectura es lo concreto, lo convertido en forma, masa y espacio, su cuerpo. No hay ninguna idea fuera de las cosas o como lo define Zumthor “la pepita dura de la belleza es su sustancia concentrada”. Una serie de relaciones, hace reconocer determinadas líneas de fuerza, construye tensiones dando lugar a diversas vías de acercamiento al lugar, lo que me posibilita la toma de decisiones en mis proyectos, funciona a modo de camino de migas de pan marcado para nosotros, pero un proyecto debe enfrentarse al mundo e impregnarse de las vertientes culturales en las que se ve imbuido. Sólo así conseguiremos dotar a nuestro edificio de lo que Zumthor define como “alma” que según él nos hace evocar lo peculiar. Aquí creo que la palabra evocar debería estar resaltada, un edificio tiene alma en el momento que nos evoca, aviva algún tipo de sentimiento. Quiero pensar que esto debe ocurrir a pesar de nosotros mismos, es decir ocurrirá de forma inconsciente y sin darnos cuenta porque esta es la única manera en la que se puede percatar uno de sus sentimientos, es algo parecido al enamoramiento, en cierta forma se asemejan.

Es por eso que los edificios se ofrecen de un modo espontáneo y natural dando situaciones espaciales que concuerden con el lugar, el transcurso del día, de mi actividad y mi estado de ánimo. Debemos proyectar una arquitectura cálida en la que podemos conseguir que los materiales de nuestro edificio expresen esas propiedades sensoriales y el significado cultural de las materias primas como la madera y la piedra. Es por eso que hablamos de arquitectura sensorial y entendemos que el cuerpo es el receptor a través de los sentidos de esos matices

Quizás sería el momento de plantearse cómo hacemos arquitectura, según Zumthor hacer arquitectura es plantearse y responder mediante una serie de aproximaciones y movimientos circulares una y otra vez. Un buen proyecto debe ser sensorial y a la vez racional, la arquitectura no puede ser abstracta, debe ser percibida de forma contundente y clara por el receptor puesto que es nuestra forma de expresarnos, nuestro lenguaje. Es por tanto, nuestra forma de pensar, de asociar de forma libre y ordenadas a la vez que sistemática esas imágenes, imágenes arquitectónicas, espaciales, el color y sensaciones que comentaba al principio.

Impregnamos así a nuestro edificio de una belleza que le da forma y que define el objeto. El objeto y su entorno deben estar a su vez en consonancia con la naturaleza. Aquí debo hacer un punto de inflexión para comentar que aunque comparto el carácter o la vertiente artística de la arquitectura y defiendo el sentido de una arquitectura bella no comparto su visión de la arquitectura como una mera creación artística y que el entorno o el objeto dote de belleza a la propuesta. Creo que es un sin sentido, incluso más después de leer reflexiones sobre la importancia de los materiales, el uso de los análisis y los métodos de aproximación, etc que ha comentado anteriormente. Es por tanto que no comparto que la arquitectura sea “la madre de las artes”, esto que podría llevarme una reflexión profunda de varios folios intentaré resumirla diciendo que aunque el fin de la arquitectura es provocar una reacción en las personas, al igual que las artes, incluso es una forma de expresar la realidad en que se vive; creo que hay una gran diferencia entre las artes en general y la arquitectura en particular, que una buena arquitectura tiene que estar basada en la reflexión y como bien se dijo anteriormente dar respuesta a la problemática que se plantea, la arquitectura tiene y debe ser algo más profundo y complejo de lo que se puede plantear si sólo tenemos en cuenta la visión artística de la misma puesto que estamos construyendo una nueva realidad que influye en el futuro de muchas personas y eso hace de la arquitectura un compromiso profundo y un deber por y para la sociedad en la que vivimos y creo que debemos ser plenamente conscientes en todo momento de este deber que tenemos y responder de una forma respetuosa y seria.

Entiendo por tanto que su concepto de belleza se deriva de percepciones e impresiones como el bien dice a los que le sigue una reflexión, es por tanto que no comparto su visión del concepto de belleza y más si tenemos en cuenta cuánto se ha reflexionado sobre él y la importancia que este tenía en la arquitectura clásica y que ha llevado a la redacción de cientos de tratados y escritos, un concepto que hasta hoy perdura. Hace quizás demasiado hincapié en alcanzar la belleza a través de los sentidos y la dota de cierta arbitrariedad e incluso podría decir que incertidumbre dejando desnudo o vago el concepto o la definición de lo que podríamos llamar un “objeto bello”. Es por eso que comenta que la belleza está en los ojos del que mira, es cierto. Lo que puede ser bello para mí no tiene porque ser bello para los demás pero quiero pensar que la arquitectura tiene que estar dotada de una esencia común que al dialogar con nosotros percibamos que estamos ante un objeto o una arquitectura bella, es la esencia de la arquitectura o lo que yo me gusta llamar el lenguaje no escrito de la arquitectura.
Irene Ortega Amezcua