






Otros factores a tener en cuenta son quizás incluso más sutiles y casi imprescindibles como pueden ser la iluminación de nuestra vivienda, las cortinas, los vidrios elegidos, etc. Una vivienda bien iluminada puede tener sus ventajas y sus inconvenientes, ser un punto de atención pero al mismo tiempo una buena iluminación de las zonas exteriores o de ciertas habitaciones puede evitar que entren en nuestro hogar al estar demasiado "expuesto". La domótica en estos casos se presenta como nuestra aliada al brindarnos la posibilidad de controlar la cantidad de luz y las horas en que permanecen encendidas ciertas luminarias. Incluso un buen sistema de vigilancia puede permitirnos controlar a cualquier hora del día y de forma directa las diferentes zonas de nuestro edificio.


Trasladándonos al plano de la ciudad, la forma de diferenciar los espacios cerrados de los abiertos cambia bastante. Quizás haya que hacer un inciso para recordar las enseñanzas de los grandes arquitectos contemporáneos como Wright o Le Corbusier, en sus teorías de cómo diseñar ciudad que hasta hace poco me parecían demasiado utópicas está la base para intentar construir una ciudad en la que el diseño arquitectónico añada orden a la sociedad que la habita. La arquitectura ordenará sutilmente los espacios y las relaciones que se establezcan entre esas personas, controlando en medida de lo posible esas relaciones y los futuros desarrollos, cosa que dicho así suena a un imposible puesto que la ciudad es un ente cambiante y cada vez lo hace a una mayor velocidad.









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