viernes, 26 de septiembre de 2008

Manuel Gallego Jorreto

Manuel Gallego Jorreto (O Carballiño, 1936) obtiene el título de Arquitecto en la ETSA de Madrid (1963). Desde 2002 es
catedrático del Departamento de proyectos arquitectónicos y urbanismo de Escuela Superior de Arquitectura de la
Universidad de La Coruña, en la que ha ejercido la docencia desde 1978. Entre sus numerosas menciones y
galardones que recibió destaca el Premio Nacional de Arquitectura (1997).

El arquitecto Manuel Gallego Jorreto (O Carballiño, 1936) impartió este martes en Santiago la última 'Palestra maxistral' organizada por el Consello da Cultura Galega, en la que criticó que vivimos rodeados de la arquitectura del exceso". Además repasó sus cuarenta y pico años de trayectoria profesional en el mundo de la arquitectura, durante los que siempre trató de mantenerse fiel a un principio de "racionalidad" y anclada en el "estructuralismo".

En este sentido, Gallego Jorreto, Premio Nacional de Arquitectura 1997, recordó sus comienzos y el contexto en el que empezó a desarrollar su carrera, caracterizado por "un cambio de la visión de la arquitectura", así como la vuelta a Galicia desde Madrid de una segunda generación de arquitectos "que volvemos aquí porque quisimos y porque pensamos que las cosas se podían hacer de otro modo".

Gallego Jorreto comentó algunas de sus obras más emblemáticas, como su propia vivienda, en Corcubión, el Museo de Bellas Artes de A Coruña, el nunca bien materializado Polígono de Vite en Santiago, o la Residencia Presidencial en Monte Pío, pasando por los proyectos para la Fundación Cunqueiro en Mondoñedo o la lonja de Lira en Carnota.

De todos ellos concluyó que demuestran que "lo que menos interesa son los estilos, sino la actitud de cada uno ante la vida". Así, recordó que el papel de los arquitectos se debe ceñir a construír "para resolver necesidades", adaptándose al espacio, "que tiene que evocar la función".

Arquitectura de la posmodernidade
Frente a esto, el arquitecto se refirió a la posmodernidad, en la que su disciplina se convierte en un "arte representativo de una corriente filosófica" que "entierra la modernidad", y en el que desaparecen "los valores del hombre y los referentes". "El arquitecto se convirtió en una marca", afirmó Gallego, quien criticó a la arquitectura actual de olvidarse "del individuo". "Vivimos rodeados de la arquitectura del exceso", añadió.

Dentro de esto, rescata una obra de una "posmodernidad moderna", como es el Centro Galego de Arte Contemporánea diseñado por Álvaro Siza, "la obra arquitectónica más significativa de Galicia".

En todo caso, abogó por un ánimo al transporte colectivo para resolver buena parte de los problemas de urbanismo de Galicia derivados "de la dispersión de Galicia y de nuestra movilidad". En el campo rural, apostó por seguir el modelo francés: "conservar y racionalizar lo que tenemos", al contrario de la costumbre de "tirar con todo".
-PREMIOS POR LA OBRA CONSTRUIDA:
2006 Finalista Bienal Iberoamericana. ?Complejo presidencial de la Xunta de Galicia?.
1997 Premio Nacional de Arquitectura Española “Museo de Bellas Artes de A Coruña”Premiado en la IV Bienal de Arquitectura Española
1996 1º Premio Edificios de nueva planta. “Museo de Bellas Artes de A Coruña” VII Premios COAG de Arquitectura
1995 Premio Dragados y Construcciones de Arquitectura Española. Fundación CEOE.
1991 1º Premio “Julio Galán” de los Colegios de Arquitectos de León, Asturias y Galicia por la obra: “Museo de Arte Sacro” en A Coruña
1983 Premio Galicia de Arquitectura. Orense

Museo de Bellas Artes de A Coruña


Autor: Manuel Gallego Jorreto.
Cronología: siglo XX.
El Museo de Bellas Artes de A Coruña abrió por primera vez sus puertas en 1947 teniendo por sede el antiguo edificio del Real Consulado del Mar, construcción del último tercio del siglo XVIII de estilo neoclásico, y donde ha permanecido hasta 1995, año en que se abre al público un museo de nueva planta, proyectado por el arquitecto Manuel Gallego Jorreto.




Merecedor del Premio Nacional de Arquitectura de 1997, el actual edificio ocupa el solar y las dependencias del antiguo convento de Capuchinas, realizado por Fernando de las Casas Novoa en estilo barroco.




La nueva construcción está conformada alrededor de un gran foro central, iluminado por un lucernario, del que parten los distintos espacios que componen el museo. La entrada está precedida por una gran columnata y por un cierre adintelado que enmarca un patio prolongado por el antiguo jardín del convento y que da paso al vestíbulo, desde el que se accede a las salas de exposición temporal y el salón de actos.



El espacio que cobija la exposición permanente está formado por un gran cubo articulado en dos volúmenes, estructurándose el más grande en forma de galería presidida por una gran linterna que tamiza la luz natural. Una pasarela sirve de comunicación entre las salas permanentes y con el ala del antiguo edificio, donde se encuentran las salas dedicadas a las secciones de cerámica y grabado.












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