domingo, 11 de enero de 2009

'Arquitectura Futurista': construir la ciudad nueva



En 1914, Antonio Sant´Elia afirmó:


Los caracteres fundamentales de la arquitectura futurista serán la caducidad y la transitoriedad. Las casas durarán menos que nosotros. Cada generación deberá fabricarse su ciudad.


El Futurismo, movimiento artístico que disfrutó de una ventajosa situación respecto al resto de las vanguardias, principalmente en su vertiente pictórica, se interesó por el futuro de la ciudad entendida más allá de su mera concepción formal. Asimismo, planteó un proyecto de renovación formal de todas las artes, considerando de igual modo la arquitectura.

En Arquitectura Futurista, Juan Agustín Mancebo, profesor doctor asociado de la Universidad de Castilla-La Mancha, acerca al lector a través de un magnífico ensayo a la época en la que las tendencias de vanguardia determinaron un ambiente proclive a nuevas investigaciones y propuestas en un mundo que se transformaba radicalmente.

Desde la aniquilación de las ciudades del pasado a las propuestas de Sant’Elia y Chiattone, hasta las ideas de los arquitectos del segundo futurismo que entroncaron con los parámetros iniciales del racionalismo, este ensayo constituye una mirada pormenorizada sobre algunos de los proyectos utópicos más apasionantes que han configurado el extinto siglo XX.
El Manifiesto Futurista publicado por Marinetti en Le Figaro, con el que se inaugura una de las más complejas manifestaciones vanguardistas lamentablemente lastrada por sus adscripciones políticas, supone el primer paso de lo que el paso del tiempo ha confirmado como una preclara visión: la exponenciación del clásico tempus fugit fruto del progreso tecnológico.

A través de Arquitectura Futurista, publicado por la editorial Síntesis, Mancebo Roca invita al lector a recuperar la historiografía de la arquitectura futurista. El punto de partida de sus investigaciones comienza con tres textos de 1914 que redactan Prampolini, Boccioni y Antonio Sant´Elia. Éste, que determinaría gran parte de las relaciones futuristas con la disciplina, fue captado a través de Carrà por indicación de Marinetti, convirtiendo los visionarios dibujos de la Città Nuova en la Città Futurista. El Manifiesto de la Arquitectura Futurista firmado por Sant´Elia, sería una reelaboración de un texto previo del arquitecto modificado por Marinetti y su secretario Decio Cinti.

La II Guerra Mundial será el acontecimiento que fragmente al movimiento en dos: el primer y el segundo futurismo o, como ha considerado la crítica, el futurismo antes del fascismo y el futurismo durante el fascismo. De igual manera se pueden distinguir dos grandes momentos en su historiografía arquitectónica; la del periodo heroico y la del segundo futurismo divididos por el manifiesto Reconstrucción futurista del Universo (1915) de Balla y Depero.

Ahora, cuando el futuro previsto en el siglo XX es una realidad tangible, resulta idóneo volver la vista atrás de la mano de Juan Agustín Mancebo y su prosa certera y cercana, poblada de sugerentes explicaciones con la precisión de un experto y la accesibilidad de los escritores eficaces.

0 comentarios: