jueves, 5 de junio de 2008

Centro Pompidou


El Centro Pompidou fue diseñado por los entonces jóvenes arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers. El edificio es de un estilo que fue muy innovador en los años 70, cuadrado, de estructura industrialista, y con los elementos funcionales, conductos, escaleras, etc., visibles desde el exterior. Las conducciones de agua, aire o electricidad fueron pintadas de colores atrevidos y extraídos de la parte principal del edificio, para dejar un interior diáfano. Aunque se desató una polémica cuando fue acabado, hoy día la gente se ha acostumbrado a su peculiar aspecto y goza de mucha popularidad. Es uno de los primeros edificios de la arquitectura High-tech.

El Centro Pompidou es uno de los primeros edificios de la corriente High-tech. Está notablemente influido por la arquitectura de Mies Van der Rohe y por la del grupo Archigram. En cuanto a la influencia del arquitecto alemán, se aprecia en el edificio el racionalismo propio de su Arquitectura Moderna en el sentido de que el inmueble es entendido como un contenedor vacío en el que se pueda meter cualquier cosa. El interior del Pompidou es completamente diáfano y es entendido por Johnson como un contenedor con espacios interiores móviles. Las grandes luces están salvadas por un total de catorce enormes vigas vierendel paralelas entre sí y perpendiculares a la fachada de la plaza. La influencia del grupo Archigram, es palpable en las novedosas y complicadas formas que tiene el edificio en cuanto a los muchísimos tubos, barras y estructuras que invaden las fachadas, usando una “tecnología en broma”. Archigram creó numerosos diseños en los años 1960 llenos de fantasía y looks sicodélicos con influencias hippies. En sus proyectos abundaban los tubos, colores y estructuras metálicas exteriores.

El Centro Pompidou ocupa poco menos de la mitad de su solar. La parte que sobra es una enorme plaza pública considerada parte del edificio ya que en ella se hacen actividades relacionadas con el centro. El diseño de este espacio exterior fue decisivo en la victoria de Piano y Rogers en el concurso. En la plaza se agolpan los teatros callejeros, dibujantes, pequeñas tiendas callejeras y grupos de jóvenes, todos ellos relacionados con el arte y la cultura. En los límites de este espacio público hay colocados enormes tubos, algunos de ellos agrupados de dos en dos, que son los respiraderos del aparcamiento subterráneo que ocupa todo el solar. El gran tamaño de estos tubos de refrigeración y su semejanza con las vías de ventilación de los barcos les convierten en elementos propios del Centro Pompidou, ampliando los límites del edificio a toda la plaza. El suelo de ésta está inclinado ligeramente hacia el Centro Pompidou, funcionando el edificio de telón de fondo.

Desde la restauración del Centro Pompidou llevada a cabo desde septiembre de 1997 hasta enero de 2000, hay más restricciones en las actividades que se hacen en la plaza, habiendo más vigilancia tanto dentro como fuera del edificio. En esta reforma se abrió al tráfico algunas calles colindantes con la plaza que antes eran peatonales. El resto de edificios que forman parte de la plaza son, principalmente, de finales del siglo XIX, de estilo Modernista y con mimesis a edificios más antiguos. Los inmuebles que miran a la cara oeste del Pompidou tienen mansardas. En muchos de estos edificios había galerías de arte que resultaban ser muy visitadas gracias a la cercanía del Pompidou. Progresivamente, estas salas de arte dieron paso a tiendas, las cuales tienen mucho éxito gracias a la gran afluencia de turistas que visitan en Centro Pompidou.

Hay que recordar que este edificio es el tercer sitio más visitado de París. De esta manera, en el barrio que rodea al centro de arte hay una mezcla entre turistas y gente joven “canalla” y desinhibida. También viven “yupis”, ejecutivos agresivos que viven en carísimos apartamentos. Jean Baudrillard escribió el libro “L’effect Beaubourg” en 1977. En él habla de lo que supone la construcción del Pompidou para el barrio en que se encuentra, una zona deprimida antes de la existencia de este centro de arte. Baudrillard dice en su libro que el arte del siglo XX es trasgresor, secreto y que quiere cambiar la sociedad. También apunta que el previsto mal uso del Centro Pompidou es una expresión del odio que genera ese arte contemporáneo y misterioso.

Estructura
El edificio tiene en cada uno de los forjados trece huecos limitados por catorce vigas vierendel paralelas. Estas piezas son de un enorme tamaño y son prefabricadas, por lo que hubo que hacer un gran despliegue logístico para llevarlas al solar de construcción. Las vigas son visibles en las fachadas laterales (la norte y la sur). Las vigas de diferentes plantas se unen entre sí con tensores. Los pilares del Pompidou son metálicos con sección redonda. Hay una estructura inventada en este edificio conocida por el nombre de Gerberette. Son unas piezas metálicas horizontales ancladas a los pilares por uno de los extremos a modo de voladizos. Tienen una sección curva y su función es sujetar las estructuras metálicas que sobresalen de las fachadas oeste y este. Su inventor es el ingeniero alemán Gerberett, y se diseñaron para ampliar la superficie de los puentes. De esta manera, se observa que toda la estructura del Pompidou es metálica, incumpliendo aparentemente la normativa parisina contra incendios. Sin embargo, esta legislación es respetada ya que los pilares están refrigerados por agua que hay en el interior de cada uno de ellos.

En las fachadas oeste y este hay “Cruces de San Andrés”, unos tensores cruzados perpendicularmente entre sí, e inclinados aproximadamente 45º respecto del suelo, colocados en cada cuadrado formado por las barras horizontales y verticales que hay en el exterior de estas fachadas. Estos tensores son sorprendentemente finos y tienen mucha seguridad, es decir, que para que la estructura que conforman fracasase habría que cortar bastantes de estos tensores. Para rematar la “maraña” de barras y estructuras” que hay en las fachadas, en la que da a la plaza se suma la estructura que sujeta la escalera exterior. Hay barras y tubos de las fachadas que no tienen función estructural, y su único acometido es contribuir en el caos visual que dificulta la comprensión del espacio. Detrás de este conjunto de barras y tubos están las fachadas propiamente dichas. Tienen un acristalamiento continuo, dividido en módulos rectangulares y con carpintería metálica ortogonal

Instalaciones
En el centro de la fachada de servicio (la fachada este, la opuesta a la plaza) hay una torre con tres ascensores exteriores, y en la fachada de la plaza (la fachada oeste) hay una escalera exterior que cruza el edificio de izquierda a derecha (según se mira desde la plaza), que está dentro de un tubo transparente y está dividida por tramos. Es esta fachada la única que es mediática, es decir, que en ella se fijan carteles de gran tamaño con fines comerciales. El Pompidou tenía tres plantas subterráneas usadas como aparcamientos, pero después de la restauración de 1997 pasó a tener dos. El Pompidou tiene un total de siete plantas situadas sobre el nivel del suelo. La planta es rectangular, siendo los lados más largos los correspondientes a la fachada de la plaza y la de servicio. En la última planta hay un famoso restaurante de comida de fusión. Tiene un patio situado en la esquina superior derecha (según se mira al edificio desde la plaza). A esta terraza se accede por la escalera exterior de la fachada de la plaza. Dentro del restaurante hay piezas “Gehriescas” de clara influencia deconstructivista que no guardan relación con el estilo del Pompidou. Estas esculturas fueron diseñadas por una pareja de arquitectos y colocadas en la reforma de 1997.

Las instalaciones y estructuras del edificio tienen una serie de colores que sirven de código para que el visitante sepa la función que tiene cada elemento. Las piezas pintadas de rojo cumplen con la función de comunicación (ascensores y escaleras), el azul es la climatización, el verde las instalaciones del agua (fontanería, desagües,…), el amarillo es la electricidad, y el blanco las tomas y extracciones de aire. La escalera exterior de la fachada de la plaza tiene sus forjados inclinados pintados de rojo. Las escaleras, que son mecánicas, están recubiertas por un tubo de sección circular transparente. Están divididas en varios tiros, y entre cada tramo hay una zona llana que comunica con una planta. Dentro del tubo hay muchos elementos tecnológicos para dificultar la percepción espacial.

En la fachada este hay muchos tubos de servicio, cada uno con el color correspondiente a su función. La gran cantidad de barras estructurales y tubos crean “cinco capas de tecnología”. Aunque la disposición de los tubos de esta fachada no guarda ningún orden aparente, se puede observar que los tubos azules están pareados, sin embargo llama la atención la existencia de elementos horizontales que sobresalen de la fachada frente a los verticales. En la fachada sur hay soportales que protegen de la lluvia a los transeúntes.

1 comentarios:

un placer visitar blogs tan trabajados e interesantes sobre la pasion sobre arquitectura¡¡desde coruña un placer el poder visitarte, un beso