Feria de Gracia

A modo de propuesta de viaje para este verano, tomándome la licencia de no sólo hablar de arquitectura, hoy os quiero hablar de las Fiestas de Gracia que se celebran el 15 de agosto y las que os aconsejo hacer una pequeña visita si queréis conocer un sitio con encanto.

Dentro del distrito de Gracia, cuyo mayor atractivo turístico cabe puntualizar, aloja una de las mayores obras de arquitectura de la ciudad como es sin duda el Parque Güell, la admirada obra de Antoni Gaudí, encontramos la antigua Vila de Gràcia, población independiente que se anexionó a Barcelona en el año 1897, El Barrio de Gracia conserva el carácter propio de un municipio independiente pese a que hace más de cien años forma parte de Barcelona. Gràcia se distingue por ser sede de centros culturales de carácter vanguardista y alternativo. El Teatre Lliure o el cine Verdi son sólo un par de ejemplos. Cabe mencionar la importante presencia gitana que históricamente ha habido en Gràcia, y que ha contribuido a imprimirle carácter al barrio. De ella han surgido diversos artistas, como El Pescailla, Los Manolos.

Las fiestas de gracia tienen un origen difuso ya que solo se conservan algunas referencias a fiestas religiosas que se celebraban durante el mes de agosto, pero a finales del siglo XIX la fiesta ya se había consolidado y se había creado la tradición de decorar ciertas zonas del barrio, e incluso los vecinos decoraban sus balcones. Aunque no fue hasta la década de 1920 cuando se crearon los concursos de calles decoradas y pasaron diez años más hasta que una federación agrupó a los colectivos que decoraban las calles. Durante el siglo XX se llegaron, durante algunos años, a decorar hasta cien calles del barrio, pero el número de calles fue descendiendo hasta llegar al número actual.

Actualmente en las fiestas se decoran una veintena de calles y participan en un concurso junto a la tradición recuperada de decorar los balcones, en el que cada año un jurado determina al ganador. Os recomendamos encarecidamente que no visitéis solo la calle ganadora ya que muchas de las calles disponen una decoración impresionante que vale la pena visitar

Como reflexión final y contestando a http://www.blogger.com/ debo decir que las personas tendemos a hacer nuestro el espacio que ocupamos y de esa forma lo hacemos habitable lo impregnamos con nuestro ser (modificándolo) y con nuestra concepción de la vida es decir con nuestra forma de habitar. Es en tres palabras, su espacio de representación, es tributaria de las tradiciones y las costumbres. Podemos considerar el espacio como un contenedor de las actividades que realizamos. Donde establecemos los límites nuestra territorialidad o en otros términos como nos apropiamos el espacio, el como vivimos la cotidianidad entendida como un tejido de formas de ser. No podemos olvidar la interactividad que existe entre estos y las diferencias dadas en este sistema de relaciones se traducen en distintas maneras de habitar dicho espacio.

La promoción de los conjuntos residenciales nos da la ilusión del campo en la ciudad, nos dan la ilusión de la colectividad y solo son gehettos, los habitantes allí se unen para defender su propiedad y para reforzar su identidad social y su estatus económico. Alienados por la ilusión de bienestar y "seguridad'.

La filosofía de Hara en su "Ciudad Discrete"· que viene planteando desde los años 30 plantea las pautas para la construcción de una ciudad moderna. Otro ejemplo también es "la ciudad del futuro" en la que propuso nada menos que crear el efecto de una ciudad en el aire, formada por rascacielos interconectado en los últimos pisos. El objetivo de Hara es desarrollar distintos estilos de vida para una alta densidad de población y habituarnos a vivir en ellos" pueden ser perfectamente los cánones a seguir a un futuro cada día más incierto