martes, 20 de mayo de 2008

Millonarios que baten récords por amor al arte




Mañana puede ser un gran día para el multimillonario ruso Roman Abramovich si su equipo, el Chelsea, gana su primera Champions frente al Manchester United en Moscú. Un sueño que le ha costado cientos de millones -pagó por el club inglés 60 millones de libras en 2003, cantidad a la que hay que sumar fichajes millonarios-. En realidad, calderilla para la décimoquinta fortuna del planeta (23.500 millones de dólares, más de 15 millones de euros), según Forbes. Pero Abramovich no apuesta sólo fuerte por el fútbol. La revista especializada The Art Newspaper le destapa como el misterioso comprador de dos cuadros que hicieron historia la semana pasada en Nueva York: Benefits Supervisor Sleeping, de Lucien Freud, adjudicado en Christie's en 21,7 millones de euros, cifra récord para un artista vivo, y Triptych, 1976, de Bacon, vendido en Sotheby's por 55 millones de euros, el precio más alto pagado por una obra del artista británico.




¿Pasión por el arte o interés por triunfar en sociedad? Como destaca The Art Newspaper, que cita fuentes próximas al mercado del arte, hasta ahora se desconocía de Abramovich su faceta de coleccionista de arte, y recuerda que su novia, la ex modelo rusa de 24 años Daria Zhukova, prevé abrir una galería de arte en Moscú -al parecer, el millonario ruso quiere llevar a la fiesta de inauguración a la cantante británica Amy Winehouse-. La revista especula también con la posibilidad de que los cuadros acaben colgados en su casa de Londres.



El magnate del petróleo sigue los pasos de otros millonarios que han contribuido a batir récords en el mercado del arte. El enigmático financiero mexicano David Martínez, a quien se le atribuye entre otros el mérito de rescatar a países en crisis, pagó 140 millones de dólares (109 millones de euros) en noviembre de 2006 por la obra Número 5 de Jackson Pollock, propiedad del magnate del entretenimiento David Geffen. Aunque los abogados de Martínez negaron que estuviera detrás de la operación, los expertos del mundo del arte insisten en que él es el comprador.
El precio superaba en cinco millones de dólares la cantidad que en junio de ese año había desembolsado el magnate de los cosméticos Ronald S. Lauder por Retrato de Adele Bloch-Bauer de Gustav Klimt.
Geffen es uno de los grandes coleccionistas y en los últimos tiempos, un activo vendedor de obras de arte. En noviembre de 2006 vendió Woman III de De Kooning al gestor de hedge fund Steve Cohen por 88,6 millones de euros, operación en la que intervino el galerista de Manhattan Larry Gagosian. Un mes antes, Geffen y Cohen cerraron otro acuerdo sobre Police gazette, del mismo artista, por 41 millones de euros. Entre otras joyas, Cohen tiene en su colección Le Rêve, el cuadro de Picasso famoso porque su anterior propietario, el empresario de casinos Steve Wynn, lo rompió accidentalmente de un codazo.



La atención del mundo del arte se concentra en dos semanas del año, las de las subastas de arte impresionista y moderno y contemporáneo de mayo que celebran las dos grandes casas, Christie's y Sotheby's, en Nueva York. Y los resultados este año no han defraudado. Sotheby's ha obtenido una cifra de venta récord, 175,7 millones de euros en arte impresionista y moderno, por encima de los 157,6 millones de la estimación alta. 'El arte no se rige por los mismos impulsos del mercado financiero', apuntan en la casa de subastas. La venta de arte contemporáneo también ha sido histórica, 303 millones de euros. Christie's, por su parte, vendió obras contemporáneas por valor de 224,6 millones de euros, la segunda cifra más alta de la historia.
Son ya varios años de bonanza en el mercado y el futuro es difícil de predecir. La clave para Sotheby's está en la calidad de la obra. 'Las obras singulares siempre encuentran comprador'.
Joyas en lienzo
El precio medio del lote en la subasta de arte impresionista y moderno de la semana pasada en Sotheby's fue de 5,7 millones de dólares (3,7 millones de euros), más alto que el de 3,5 millones obtenido hace seis meses en Londres y Nueva York.
El mercado se ríe de la crisis desde hace años. Retrato de Adele Bloch-Bauer de Klimt se vendió en junio de 2006 en 135 millones de dólares, entonces el precio más caro de la historia.
Triptych, de Bacon, adquirido por Abramovich, se adjudicó en 55 millones de euros en la subasta de arte impresionista y moderno celebrada por Sotheby's. En la sesión, 7 lotes superaron los 10 millones de dólares, 13 lotes más de 5 millones y 33 lotes alcanzaron o superaron el millón de dólares.
Benefits Supervisor Sleeping, de Lucien Freud, fue la estrella de la subasta de arte contemporáneo de Christie's. Se batieron ocho récords en subasta, además del de Freud, para trabajos de Richard Prince, Sam Francis, Leon Gottlieb, entre otros.

0 comentarios: